jueves, 24 de julio de 2008

órdago

Venga, va, que me arranco a escribir algo. Cesen los aplausos, por cortesía (o porfiplis), que me ensordecen. Proclamo que me da penita ver mi blog tan abandonado de la mano de su creadora.

(se me acaba de ocurrir algo revelador pero demasiado irreverente para algunas sensibilidades, incluida la mía, de manera que lo dejo, guardo silencio, pero a ver dónde lo meto, que ya no tengo sitio para tanta ausencia de verbo)

Dije hace poco que explicaría el nombre del blog: anda, corre, ve y dile. Pero hoy tampoco me apetece explicarlo, caprichos de la existencia e hijos de la desgana. Al final, lo único cierto y verdadero es que una debe (debe? Eh dicho debe?) procurarse la felicidad, quizás intentando hacer lo que le venga en gana. Ahora se podría iniciar el discurso de la falta de sentimiento de culpa, los necesarios límites de la libertad… pero me parece innecesariamente aburrido, personas.

Lo que sí me apetecería colgar es un adjunto. Pero no puedo, no me deja esta interface (se dice asi?)

Seguiré con el órdago, que se me está empezando a notar por la media sonrisa que pongo al escribir que no estoy trabajando.


I