Leyendo a Pesoa, me he topado con lo siguiente:
(párrafo 118):
¿Qué me importa que nadie lea lo que escribo? Lo escribo para distraerme de vivir, y lo publico porque el juego incluye esa regla.
Menos mal que no estamos solos, que, de vez en cuando, algo cobra sentido, aunque sólo copse el sentido un escritor muerto y, pobablemente, alguna otra persona desconocida.
Suena Chinarro, y yo creo que la canción se la dedica a una sirena. Me-n-canta.
domingo, 31 de agosto de 2008
jueves, 21 de agosto de 2008
En estas que me había fallado la memoria. Y si se hubiese tratado de otro asunto, casi que me daba igual, pero tratándose de alguno de los cuatro versos de algún poeta "obligado" que se supone concozco, me parece preocupante el lapsus. Mario Benedetti no pronuncia la frase "no me des tregua" (del Sr. Julio Cortázar) en su "No te salves". Y para más inri, cuando he consultado los versos, sin desagradarme, me han parecido muy fuertes para el día de hoy. Tenía un recuerdo mucho más hermoso de ellos. De épocas desgarradoras, supongo, en las que hasta las puñaladas del amante son agradecidas antes que su silencio y vacío. Va por ciclos. Buscaré en mi memoria de pez algún verso más acorde a la persona que ahora estoy siendo, pero lo mismo cuando encuentre la palabra ya seré otra y quedaré indefinida. Otra vez. Menos mal, las definiciones otorgan una pretendida seguridad, pero al mismo tiempo erigen paredes y crean imposibilidades intrínsecas. Otro día, quizás, me explique. Ahora tengo un asunto que atender.
martes, 19 de agosto de 2008
transmorfasiong
Tampoco pasa nada si lo cuelgo el martes, no?
Tu beso se hizo calor, luego el calor, movimiento,
luego gota de sudor que se hizo vapor,
luego viento que en un rincón de La Rioja
movió el aspa de un molino mientras se pisaba el vino
que bebió tu boca roja.
Tu boca roja en la mía,
la copa que gira en mi mano,
y mientras el vino caía
supe que de algún lejano rincón de otra galaxia,
el amor que me darías, transformado,
volvería un día a darte las gracias.
El vino que pagué yo, con aquel euro italiano
que había estado en un vagón antes de estar en mi mano,
y antes de eso en Torino, y antes de Torino,
en Prato, donde hicieron mi zapato sobre el que caería el vino.
Zapato que en unas horas buscaré bajo tu cama con las luces de la aurora,
junto a tus sandalias planas que compraste aquella vez en Salvador de Bahía,
donde a otro diste el amor que hoy yo te devolvería......
Cada uno da lo que recibe y luego recibe lo que da,
nada es más simple, no hay otra norma: nada se pierde, todo se transforma.
hale, a seguir "casando", que es gerundio (y digo yo, si no me daran tregua...)
eso me recuerda a otros versos memorable: "no te salves". mañana más. (y quien dice mañana, dice pasado)
Tu beso se hizo calor, luego el calor, movimiento,
luego gota de sudor que se hizo vapor,
luego viento que en un rincón de La Rioja
movió el aspa de un molino mientras se pisaba el vino
que bebió tu boca roja.
Tu boca roja en la mía,
la copa que gira en mi mano,
y mientras el vino caía
supe que de algún lejano rincón de otra galaxia,
el amor que me darías, transformado,
volvería un día a darte las gracias.
El vino que pagué yo, con aquel euro italiano
que había estado en un vagón antes de estar en mi mano,
y antes de eso en Torino, y antes de Torino,
en Prato, donde hicieron mi zapato sobre el que caería el vino.
Zapato que en unas horas buscaré bajo tu cama con las luces de la aurora,
junto a tus sandalias planas que compraste aquella vez en Salvador de Bahía,
donde a otro diste el amor que hoy yo te devolvería......
Cada uno da lo que recibe y luego recibe lo que da,
nada es más simple, no hay otra norma: nada se pierde, todo se transforma.
hale, a seguir "casando", que es gerundio (y digo yo, si no me daran tregua...)
eso me recuerda a otros versos memorable: "no te salves". mañana más. (y quien dice mañana, dice pasado)
viernes, 8 de agosto de 2008
Jailhouse Rock
Hoy, en los Juzgados de Vigilancia Penitenciaria (creo que era el número dos, pero podría también haber sido el cuatro) he observado las paredes, que estaban llenas de estanterias, que estaban llenas de carpetas, que estaban llenas de expedientes... y cada expediente es una persona en prisión.
Me han comentado que el mes pasado crearon un nuevo Juzgado de Vigilancia Penitenciaria, el cinco. Y se llenará también de expedientes.
A Sebastián le autorizarán el permiso pero condicionado a que el Fiscal no lo recurra en el plazo de diez días. El secretario me comenta que no tiene pinta de que el Fiscal vaya a recurrir. A ver.
Podría matizarse el amargor instalado en el paladar señalando que el número cinco trata régimenes abiertos. También podría ironizar con que ahora suena Elvis y su rock de la cárcel. Pero no sé si un régumen abierto debe ser considerado como una constricción de la libertad más dulce (seguro que sí, desde la perspectiva del interno en primer o segundo grado) o, más bien, una más sutil o disimulada forma de controlar igualmente al individuo. Además, ya ha cambiado la pista y está sonando "love me, tender".
Diría que este blog se está transformando. Normal. Todo se transforma (el lunes pego la letra de esa bonita canción).
Me han comentado que el mes pasado crearon un nuevo Juzgado de Vigilancia Penitenciaria, el cinco. Y se llenará también de expedientes.
A Sebastián le autorizarán el permiso pero condicionado a que el Fiscal no lo recurra en el plazo de diez días. El secretario me comenta que no tiene pinta de que el Fiscal vaya a recurrir. A ver.
Podría matizarse el amargor instalado en el paladar señalando que el número cinco trata régimenes abiertos. También podría ironizar con que ahora suena Elvis y su rock de la cárcel. Pero no sé si un régumen abierto debe ser considerado como una constricción de la libertad más dulce (seguro que sí, desde la perspectiva del interno en primer o segundo grado) o, más bien, una más sutil o disimulada forma de controlar igualmente al individuo. Además, ya ha cambiado la pista y está sonando "love me, tender".
Diría que este blog se está transformando. Normal. Todo se transforma (el lunes pego la letra de esa bonita canción).
cita ineludible
No quería caer en el vicio de llenar este espacio de citas, pero las hay ineludibles:
"Estan molt amunt perquè nosaltres estem agenollats"
Stendhal (Grenoble 1783 - París 1842)
Caràcters (1805-1806)
"Estan molt amunt perquè nosaltres estem agenollats"
Stendhal (Grenoble 1783 - París 1842)
Caràcters (1805-1806)
miércoles, 6 de agosto de 2008
a la sombra
Hace un calor paradójicamente asombroso, porque sombra no te procura, todo lo contrario, como podrás imaginar.
Trabajar en agosto podría ser un motivo de queja pero dada la falta de originalidad del mismo, desestimarían el recurso fijo. Tuve que estudiar Derecho para saber que la queja, como la súplica, son recursos procesales. Por cierto que te hacen un caso bastante relativo, tanto si te quejas como si suplicas. Es algo que se parece mucho a la vida, a la vida extraprocesal quiero decir.
Lo triste, aquello que provoca tristeza, no es trabajar en agosto. Lo triste, lo que provoca tristeza, son otras cosas, pero no las voy a hacer palabras, no las pienso teclear. No me da la gana. Pero a veces me da por pensar en algunos para los que trabajo. Sólo en algunos, en esos. Ellos darían lo que fuera por trabajar en agosto, por abrasarse bajo el paradójicamente asombroso sol que antes te intentaba describir (me habrás entendido?), por no estar a la sombra implacable que proyecta sobre ellos un sol de justicia.
No me puedes entender completamente. Es imposible. Y está bien.
I
Trabajar en agosto podría ser un motivo de queja pero dada la falta de originalidad del mismo, desestimarían el recurso fijo. Tuve que estudiar Derecho para saber que la queja, como la súplica, son recursos procesales. Por cierto que te hacen un caso bastante relativo, tanto si te quejas como si suplicas. Es algo que se parece mucho a la vida, a la vida extraprocesal quiero decir.
Lo triste, aquello que provoca tristeza, no es trabajar en agosto. Lo triste, lo que provoca tristeza, son otras cosas, pero no las voy a hacer palabras, no las pienso teclear. No me da la gana. Pero a veces me da por pensar en algunos para los que trabajo. Sólo en algunos, en esos. Ellos darían lo que fuera por trabajar en agosto, por abrasarse bajo el paradójicamente asombroso sol que antes te intentaba describir (me habrás entendido?), por no estar a la sombra implacable que proyecta sobre ellos un sol de justicia.
No me puedes entender completamente. Es imposible. Y está bien.
I
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