miércoles, 6 de agosto de 2008

a la sombra

Hace un calor paradójicamente asombroso, porque sombra no te procura, todo lo contrario, como podrás imaginar.

Trabajar en agosto podría ser un motivo de queja pero dada la falta de originalidad del mismo, desestimarían el recurso fijo. Tuve que estudiar Derecho para saber que la queja, como la súplica, son recursos procesales. Por cierto que te hacen un caso bastante relativo, tanto si te quejas como si suplicas. Es algo que se parece mucho a la vida, a la vida extraprocesal quiero decir.

Lo triste, aquello que provoca tristeza, no es trabajar en agosto. Lo triste, lo que provoca tristeza, son otras cosas, pero no las voy a hacer palabras, no las pienso teclear. No me da la gana. Pero a veces me da por pensar en algunos para los que trabajo. Sólo en algunos, en esos. Ellos darían lo que fuera por trabajar en agosto, por abrasarse bajo el paradójicamente asombroso sol que antes te intentaba describir (me habrás entendido?), por no estar a la sombra implacable que proyecta sobre ellos un sol de justicia.

No me puedes entender completamente. Es imposible. Y está bien.

I

No hay comentarios: