viernes, 8 de agosto de 2008

Jailhouse Rock

Hoy, en los Juzgados de Vigilancia Penitenciaria (creo que era el número dos, pero podría también haber sido el cuatro) he observado las paredes, que estaban llenas de estanterias, que estaban llenas de carpetas, que estaban llenas de expedientes... y cada expediente es una persona en prisión.

Me han comentado que el mes pasado crearon un nuevo Juzgado de Vigilancia Penitenciaria, el cinco. Y se llenará también de expedientes.

A Sebastián le autorizarán el permiso pero condicionado a que el Fiscal no lo recurra en el plazo de diez días. El secretario me comenta que no tiene pinta de que el Fiscal vaya a recurrir. A ver.

Podría matizarse el amargor instalado en el paladar señalando que el número cinco trata régimenes abiertos. También podría ironizar con que ahora suena Elvis y su rock de la cárcel. Pero no sé si un régumen abierto debe ser considerado como una constricción de la libertad más dulce (seguro que sí, desde la perspectiva del interno en primer o segundo grado) o, más bien, una más sutil o disimulada forma de controlar igualmente al individuo. Además, ya ha cambiado la pista y está sonando "love me, tender".

Diría que este blog se está transformando. Normal. Todo se transforma (el lunes pego la letra de esa bonita canción).

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